Premios Nobel de Física y Química destacan contribuciones de IA


Los premios Nobel de 2024 fueron dominados por los avances en la inteligencia artificial (IA) y la genética, con descubrimientos clave que marcaron el futuro de diversas disciplinas científicas. En la categoría de Física, los estadunidenses John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton recibieron el galardón por sus pioneros trabajos en redes neuronales y el aprendizaje automático, que revolucionaron el análisis de grandes volúmenes de datos. Estos avances han permitido aplicaciones cotidianas como el reconocimiento facial y la traducción de idiomas, transformando la tecnología moderna.

Hopfield, en 1982, desarrolló una red neuronal para la búsqueda de patrones, mientras Hinton, en los años 80, amplió el concepto al crear la máquina de Boltzmann. Estos descubrimientos sentaron las bases de la IA moderna, que ha impactado disciplinas como la física y la biología. En sus declaraciones, Hopfield destacó los riesgos inherentes a la tecnología que contribuyó a crear, reconociendo la necesidad de afrontar sus posibles amenazas.


La IA predice estructuras proteicas: Nobel de Química


En el campo de la Química, el Nobel se otorgó a los estadunidenses David Baker y John Jumper, junto al británico Demis Hassabis, por su uso innovador de la IA para predecir la estructura de las proteínas. Baker, por su parte, ha desarrollado proteínas con aplicaciones médicas y en nanotecnología, mientras que Hassabis y Jumper, de Google DeepMind, lograron predecir casi todas las estructuras proteicas conocidas, con aplicaciones cruciales en biomedicina, como la lucha contra la resistencia a los antibióticos y la producción de enzimas capaces de descomponer plásticos.

En el campo de la biomedicina, los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento de los microARN, moléculas que regulan la actividad génica según el contexto celular. Este hallazgo tiene un gran potencial para tratar enfermedades como el cáncer y trastornos neurológicos, abriendo nuevas posibilidades para la medicina personalizada.

Ambros celebró el reconocimiento a la ciencia básica, destacando la importancia de la investigación fundamental para el avance del conocimiento y los beneficios a largo plazo para la humanidad.

Mientras los Nobel celebraban los avances en biología y tecnología, otro descubrimiento significativo ocurrió en México, donde el uso de tecnología avanzada en arqueología reveló una ciudad maya oculta. El sistema Lidar, que utiliza pulsos láser para medir distancias, permitió descubrir la ciudad de Valeriana en Campeche. El análisis de los datos obtenidos en 2013 con un sensor aéreo Lidar reveló la existencia de 6,764 estructuras, lo que demuestra la densidad y complejidad de la antigua civilización maya.

Este hallazgo subraya cómo las innovaciones tecnológicas, como el Lidar, están ayudando a desentrañar los secretos del pasado y proporcionando nuevas perspectivas sobre las civilizaciones antiguas.

Los premios Nobel de 2024 han resaltado los avances transformadores en IA, genética y biomedicina, áreas que continúan revolucionando el panorama científico y sus aplicaciones prácticas en la vida cotidiana. Asimismo, el uso de tecnologías avanzadas como el Lidar en la arqueología demuestra cómo la innovación está permitiendo nuevas fronteras en el conocimiento humano, desde la medicina hasta el estudio de civilizaciones antiguas.