Accidentes frecuentes y malas condiciones laborales


Trabajadores de la mina Campo Morado, ubicada en el municipio de Arcelia, Guerrero, denunciaron graves problemas de seguridad dentro de las instalaciones, señalando accidentes frecuentes y condiciones de trabajo extremadamente peligrosas. Aseguran que la empresa canadiense Luca Mining, responsable de la operación, y el gobierno estatal no intervienen para mejorar la situación.

Los obreros informaron que a menudo se ven obligados a trabajar en minas viejas y profundas, sin estabilidad, ventilación ni las condiciones mínimas de seguridad. Relataron que temen sufrir un derrumbe similar al desastre ocurrido en Pasta de Conchos (Coahuila) y quedar atrapados sin salida. También señalaron que las piedras caen con frecuencia, y no hay anclajes ni protocolos de seguridad adecuados.


Violencia y falta de transparencia en la mina


Fuentes cercanas a la administración estatal indicaron que la violencia e inseguridad en la región de Tierra Caliente complican el acceso a la mina. Incluso se ha prohibido tomar fotografías dentro de las instalaciones, lo que refleja la falta de transparencia en el manejo del yacimiento. La compañía ha mostrado reticencia a dar información sobre el funcionamiento de la mina y justifican su falta de reportes alegando problemas administrativos y cambios frecuentes en su razón social.

En un incidente reciente, los trabajadores denunciaron que estuvieron a punto de sufrir un accidente grave, cuando las piedras casi se les cayeron encima. A pesar de haber denunciado el hecho en la Secretaría de Gobierno de Guerrero en agosto pasado, no se tomaron medidas, y algunos empleados fueron despedidos. Los trabajadores acusan a las autoridades de estar compradas por la empresa, lo que impide que se tomen acciones para mejorar las condiciones laborales.

Los trabajadores también denunciaron las malas condiciones laborales, con equipos viejos y a presión que representan un peligro constante. Aseguran que no reciben el salario justo, y que los contratistas, disfrazados de outsourcing, no pagan aguinaldo ni prestaciones adecuadas. Además, señalaron que muchos ingenieros han renunciado debido al abuso laboral. También denunciaron hostigamiento por parte de un nuevo jefe, Alejandro N, y acusaron a la minera canadiense de abusos constantes.


Control del crimen organizado y falta de seguridad


El municipio de Arcelia, donde se encuentra la mina, está bajo el control del grupo criminal La Familia Michoacana, lo que ha agravado la situación de inseguridad para los trabajadores. Desde 2015, los empleados han denunciado la falta de seguridad en su centro de trabajo, pero las autoridades han sido incapaces de garantizar un entorno seguro.

La situación en la mina Campo Morado refleja una grave crisis en cuanto a la seguridad laboral y las condiciones de trabajo, sumada a la falta de transparencia por parte de la empresa y las autoridades. Los trabajadores exigen una intervención inmediata para evitar tragedias y mejorar su bienestar en un entorno de trabajo cada vez más peligroso.